Hace unos años aprendí algo que marcó mi vida y de lo que me siento orgullosa: que la soledad no es mala. Dicho así parece ridículo, pero creo sinceramente que no lo es.Creo que la soledad me ha hecho mejor persona. Y no digo que todos deberíamos ser solitarios, como yo, para ser mejores, todo lo contrario. Creo que la base de todo esto está en la elección. Uno debe poder estar solo cuando lo desee. Para ello la primera norma es que no debe estar solo, es decir, que debe poder regresar a la vida social cuando lo decida. Pero creo que la soledad debe ser tenida en cuenta.Conozco a mucha gente que me mira como si fuera marciana cuando les digo "es que, sencillamente, quiero estar sola". Pero creo que toda esa gente que no quiere NUNCA bajo ninguna circunstancia estar sola, es porque le temen a la soledad y a la soledad no hay que temerle. Se trata, casi siempre, de la misma gente que necesita llenar los silencios en una conversación o que no es capaz de no hacer nada. Gente incomoda en su propia piel, incomoda con sus pensamientos e incomoda con el mundo, aunque no lo parezca.Y a los que no hayan provado nunca la soledad, no es dificil, recordad: solo hacedlo cuando lo deseeis, y una vez esteis solos relajaos, respirad hondo unas cuantas veces y no tengais miedo, la soledad no es mala ni definitiva, no os enfermará, solo os descubrirá a la persona que sois en realidad. No temais sentiros comodos en vuestra propia piel.
