viernes, 20 de marzo de 2009

A quien dices tu secreto...

... das tu libertad.
Solo hay una persona a quien yo he hablado de la existencia de este blog, con la promesa de que borraría la dirección de su ordenador y de su mente y por lo tanto no volvería a entrar. Pero últimamente he estado pensando en que, por supuesto, podría haberme ignorado y mentido y podría seguir leyendo. Y no me decido sobre si eso me gustaría o me horrorizaría. ¿La razón? No se si eso es o no bueno para mi. Se que es bueno dejar que haya alguien que te conozca, pero también se lo que eso supone. Es arriesgado, peligroso. Es algo que da miedo.
Yo he llegado ahora a un punto extraño, en que tengo tantos secretos, secretos de nos que nadie sabe nada, que creo que necesito que me descubran tanto como temo que lo hagan. Y es que si me descubren ahora, será el huracán que destruirá mi mundo.
A quien lea esto le aconsejo, no digáis vuestros secretos a los necios y a los estúpidos, porque les estaréis dando vuestra libertad. Ahora, no mintáis a los amigos, no os guardéis vuestros miedos, porque el no poder compartirlas os hace mas débiles. Siempre hay una mano a la que aferrarse. Una mano amiga. Es todo lo que yo puedo necesitar ahora.

sábado, 14 de marzo de 2009

Solo le pido a Dios...

"que la reseca muerte no me encuentre
vacío y solo, sin haber hecho lo suficiente"
Leon Gieco

miércoles, 11 de marzo de 2009

Días buenos

Son esos que cuando estas triste o deprimido crees que no van a volver. Son días sobre los que a mi me da miedo escribir. Y a veces me lamento por ello porque si después no puedes recordarlos es todo mas triste. Pero es que una de las razones que yo tengo para escribir es que lo que está sobre el papel (o aquí), sobre el papel se queda. Por eso agradezco tanto escribir sobre las cosas malas, porque parece que así son menos malas, como si solo fuera un cuento o un libro de terror, algo ajeno de algún modo a mi, como visto desde fuera. Como si de una forma mágica el papel absorbiera lo peor: los miedos, las dudas, la tristeza... Entenderéis pues que me de un poco de miedo escribir sobre lo bueno. De una forma irracional y estúpida pero sincera, temo que al escribir sobre lo bueno, esto desaparezca.

Pero tras la tristeza se que debo escribir también sobre lo bueno, porque de lo bueno también se aprende y también merece ser recordado. Porque aunque la noche sea oscura, siempre termina saliendo el Sol. Aunque no lo parezca. Aunque la alegría dure poco, porque las cosas van despacio. Mi corazón, encogido, debe ir expandiéndose. Encontrándose con su propia libertad. El miedo se irá a dormir. Como un gran Dragón. Las lágrimas brotarán por fin y mostrarán la ira, ahogaran el miedo y en esa visión borrosa que provocan, veré la salida. Nada está perdido porque estoy viva y sigo sintiendo. El problema será recordarlo, no solo en la cabeza, sino también en el corazón.

domingo, 8 de marzo de 2009

El Recuerdo

Te gustaría que todo dejara de importar, pero esto no ocurre. A veces, cuando estas mucho tiempo lejos, crees que ya no te afecta, pero entonces ves una foto, un libro, una carta y algo salta. Y tu te dices, no es posible, no tiene sentido, olvídate. Pero el corazón parece tener voluntad propia y sigues sintiendo ese pálpito. Te falta la respiración, como si estuvieras enganchado. Te obsesiona. Su letra impresa es suficiente. Y te sigues preguntando en que fallaste. Cual fue tu error. Fuera cual fuese lo lamentas profundamente.
Son vidas separadas, mundos distintos. Sabes que si hubierais seguido igual, todo habría salido mal. Pero algo diabólico le dice a tu corazón que quizá no. Que quizá sus manos te darían las cálidas caricias de amor que tanto te faltan. Y tu te preguntas si eso es esperanza. Pero nada puede ocurrir ahora. Hay que mirar adelante. Pero los recuerdos siguen ahí. Y ese palpito de amor.
¿Donde estas mi amor? ¿Donde te perdiste?
Torturada por tus recuerdos vive mi alma.

viernes, 6 de marzo de 2009

Base

La vida no es fea, pero es dura. Al fin y al cabo, nadie dijo que fuera a ser fácil. Aunque si lo es, al menos un poco y eso es en parte lo que la hace dura. A veces nos parece complicada y confusa, como un laberinto en que nos perdemos, pero la confusión es solo aparente. Dice Jodorowsky que las enfermedades son ilusiones. Quizá todo sea un sueño. Si lo fuera, si nada pudiera dañarnos, ¿todo sería mas fácil? Seguramente no. Viniendo en el autobús a casa pensaba en cuantas oportunidades se pierden por miedo al dolor del fracaso. Y es natural que sea así. Es humano. Al fin, somos la base de todo.