sábado, 30 de mayo de 2009

La teoría de la estupidez. Ejemplo

Si bueno, se que aquí no hablo mucho de mi, pero quizá este sea el comienzo.

Mi compañera de piso. Esa mujer que se queja de que solo limpio cuando veo suciedad y que siempre la ve antes que yo. Pero ayer creo que la suciedad de los baños del piso no la veía solo yo, creo que se debía ver incluso desde el espacio. Pero ella increíblemente no la vio, o quizá prefirió ignorarla, cosa que le cuesta mas hacer cuando los que deben limpiar son los demás. Así que, como al contrario de lo que ella pueda pensar no soy una guarra, decidí limpiar. Y limpié. Y quedé satisfecha con el resultado: dos baños limpitos y relucientes. Pues hoy, que es el dia que va después de ayer y que los baños como podéis imaginar seguían razonablemente limpios, hoy ha decidido limpiarlos ella. Y digo esto sin el mayor asomo de rencor o rabia. En absoluto. De hecho creo que me ha alegrado el día. Aún me río cuando lo pienso. Y es que me parece muy gracioso y no se bien porque. Si por lo estúpido de limpiar los baños dos veces en dos días sin necesidad alguna. Si por el hecho de que ayer, que estaban sucios a ella le parecieron limpios y hoy que están limpios le han parecido sucios. No se. La cuestión es que hay dos formas de tomarse la vida, una es como ella, quejándose de que en la comida he fregado antes que normalmente, lo que la ha obligado a ella a limpiar un par de cacharros mas, o otra la mía, riendose de las manías de alguien que no se da cuenta que quejá
ndose de todo la única que lo pasa mal es ella.

Le dedico este post aunque creo que si llegara a leerlo (Dios no lo quiera) se enfadaría mucho, porque aunque es de esas personas que cubre su bordería con la palabra sinceridad, no creo que asimilara esta crítica sincera, humorística y cariñosa mas que como una crítica ruín a sus espaldas.

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