martes, 23 de junio de 2009

El entrenamiento era confuso porque no solo se estaban entrenando nuestras mentes sino tambien nuestras emociones.
Una vez uno de los novatos, asustado al ver a sus mayores sufrir me preguntó cuan terrible era el entrenamiento. Le contesté que eso daba igual, solo exixtían dos finales: la muerte física o la muerte emocional. Aunque... quizá hubiera algo mas... si Dios existía, pero eso no se lo dije.

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