martes, 23 de junio de 2009

Impulsos

No se cuando apareció. Al principio había creido que pasó de repente pero los años me han enseñado a detectarlo en otros y ahora se que no aparece de golpe, nunca. Hay señales que indican que está dentro de ti. Está claro que hay algo físico, genetico. Pero para descubrirlo a simple vista uno mira lo psicologico, lo emocional.
Lo primero que me llamó la atención sobre nosotros es que una abrumadora mayoría eramos animales solitarios. Y utilizo la palabra animales porque así nos comportábamos. Reaccionabamos de forma muy agresiva cuando nos acorralaban y no soliamos funcionar verdaderamente en grupo durante mucho tiempo. Por supuesto casi todos tenian algun tipo de familia pero solian mantener poco o ningun contacto real con sus parientes. Esto suele pasar desapercibido todavía hoy y entre los mas expertos ya que resulta dificil imaginar que un niño que vive con su familia, un buen estudiante que se relaciona correctamente con sus compañeros o un muchacho deportista en un equipo de baloncesto, per poner ejemplos, sean personas solitarias. A estos ejemplos se los suele ver a lo sumo como tímidos y reservados, que es lo que serían en realidad si no fuera por otras características.
Ellos, nosotros de hecho, no confiamos en nadie, no realmente. Podemos tener buena relación con nuestros parientes, parejas, amigos, colegas y conocidos. Ellos pueden llegar a creer que saben mucho, casi todo, pero en realidad la parte que les falta es de lo poco que importa, así que de lo mucho que saben es como si no supieran nada.
A veces he notado que seres cercanos, como las madres o algunos amigos varecen entrever que hay algo escondido, pero eso es como tratar de ver directamente las manchas negras que hay en el Sol. No puedes mirar mucho rato, por poco que mires después ves borroso y nunca estas completamente seguro de que has visto lo que has creido ver.
Sobre la agresividad se que no somos esclavos de nadie, nunca. La rabia puede llegar a superar al miedo si se nos acorrala, controla, o ata de algún modo y durante demasiado tiempo, lo cual es un término muy relativo que depende de la paciancia y el estado de cada uno de nosotros. Así que, si uno de nosotros parece acorralado o dominado durante mucho tiempo significa que se ha dejado dominar.
En cuanto a nustra inteligencia... bueno varía de un individuo a otro. A veces parecemos estúpidos porque nuestros instintos no nos dejan pensar. Otras veces esos mismos impulsos nos ayudan a parecer muy inteligentes... todo depende de la situación.
En mis primeras peleas descubrí que al contrario de lo que yo creía, el hecho de transformarme para la pelea no ofuscaba mi mente sino que la aclaraba, la mantenía fría y en guardia. Aquello que mas me cosataba superar en los entrenamientos era una ayuda en las peleas reales.

No hay comentarios: