jueves, 25 de junio de 2009

Sacrificios

Doy mi vida para salvar tu alma. No puedo ofrecerte nada mas.


El dolor, la tristeza, la profunda pena que la acompañaban eran producto de eso. El amor destrozando el alma. El corazón hecho trizas, solo por querer cuidar a los otros. Amar sin ser amada. Cada palabra despectiva una punzada de dolor. Solo amando, como la sirenita, dispuesta a dar su vida por salvar la de quien mas la había hecho sufrir. Soportando, como el ruiseñor de Wilde dar su vida por gesto de amor efímero (la rosa) que ni siquiera sería jamás apreciado. ¿Supo nunca el príncipe que una bella sirena, pura y maravillosa había dado la vida por su amor?
¿Supieron los jóvenes de Wilde cual era el precio de la rosa que tan alegre y fácilmente rechazaban?

¿Sabemos nosotros o llegaremos a saber jamás que sacrificios anónimos realizaron personas que nos tenían en sus corazones para acercar nuestra felicidad?

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